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Buscan con consulta pública en Sierra Nombre de Dios un freno para la minería

La Sierra Nombre de Dios es una cordillera de 2 mil kilómetros de largo que se extiende por la zona centro de Chihuahua. Desde el 11 de a...
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La Sierra Nombre de Dios es una cordillera de 2 mil kilómetros de largo que se extiende por la zona centro de Chihuahua. Desde el 11 de abril hay una consulta pública, impulsada por la ciudadanía, para pedir su decreto como Área Natural Protegida (ANP), en la categoría Monumento Natural. Un primer paso para proteger el agua, la salud y el medio ambiente ante la actividad minera.

“¿Es importante y urgente que la Sierra Nombre de Dios sea declarada como Monumento Natural (Área Natural Protegida)?”, cita la consulta pública que concluirá el 30 de abril para los municipios de Chihuahua, Aquiles Serdán, Aldama y Rosales, los abarcados por la cordillera.

A diferencia de otras consultas públicas para el decreto de ANP, esta no fue promovida por la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat). El ejercicio se concedió tras una serie de audiencias solicitadas por ambientalistas, donde el Instituto Estatal Electoral de Chihuahua (IEEC) es el encargado de la organización.

“La Sierra Nombre de Dios actualmente es conocida por ser el sitio donde se encuentran las minas de las empresas nacionales, algunas de ellas de las más grandes del país y, por lo tanto, de las más dañinas”, describió Luis Rivera, vocero de Salvemos Los Cerros Chihuahua, el colectivo detrás de la consulta.

Como parte del proceso han organizado foros, caminatas y mítines para motivar a seguir participando. De ganar la consulta, esta permitirá solicitar que la Semarnat inicie el proceso oficial para decreto de ANP, de lo contrario, Salvemos Los Cerros advirtió que llevarán una demanda ante el Poder Judicial y la consulta será una prueba.

“Decidimos que esta es una buena manera de ejercer presión porque a las autoridades estatales les interesa defender la propiedad privada de los empresarios… ya hemos hecho estudios (ambientales) para el gobierno y cuando los tienen en sus manos, los desechan…”, agregó.

Los últimos cinco años también han sido de movilizaciones, principalmente en los municipios donde está la Sierra, además de otros lugares de importancia ambiental como el río Chuvíscar, el río Sacramento y la Sierra Azul.

Rivera detalla que uno de los responsables es Grupo Cementos de Chihuahua (GCC), una empresa nacional dedicada a la producción de cemento, concreto y agregados mediante la extracción de materiales en la Sierra Nombre de Dios.

De acuerdo con la documentación de ambientalistas locales, las extracciones provocan liberación de gas radón, que puede generar afectaciones en especies endémicas de la región y en la salud de sus habitantes.

Periodismo Causa Natura estableció contacto con GCC para hablar sobre los señalamientos, pero no tuvo respuesta.

Vista desde la Sierra Nombre de Dios. Foto: Salvemos los Cerros.

Las mineras, el cáncer y otros efectos

“Tenemos mucho más que ganar con la Sierra Madre de Dios como un Área Natural Protegida, que al seguir utilizándose como una zona de extracción y de actividad económica”, sostuvo David Hernández, maestro en Ciencias y parte de la iniciativa Keyah dedicada a la reparación ambiental.

Hernández vive en la parte trasera de la cordillera, cerca del árido cerro Picos de la Luna, en el municipio de Chihuahua. Como vecino, se involucró en la defensa ambiental desde que cursaba la universidad, hace aproximadamente 15 años.

“Desde los 90 y los inicios de los 2000, hubo investigaciones sobre la presencia de uranio en estas tierras… hay evidencia de que estas actividades de extracción están liberando a la atmósfera grandes cantidades de gas radón que afecta la salud de la comunidad…”, explicó Hernández.

Sobre los estudios, uno de los más relevantes es “Mortalidad por cáncer de pulmón y concentración de radón en un barrio expuesto crónicamente en Chihuahua, México”, publicado en la revista de ciencia Hindawi en 2014.

Se trata de un análisis geoespacial de 2010 a 2012 que durante las temporadas de invierno midió las concentraciones de radón en diferentes casas de la ciudad de Chihuahua, así como de la revisión de los certificados de defunción por cáncer de pulmón de 2004 a 2010.

“La ciudad de Chihuahua se ubica cerca de los principales yacimientos de uranio de México. Esta situación, junto con el sustrato de roca ígnea de la región, hace que la concentración de uranio en el suelo sea una fuente de emanación de radón”, puntualiza el estudio.

Si bien los resultados no hacen un señalamiento a la actividad minera de GCC, sí detallan la relación del cáncer de pulmón con la exposición al radón que se libera de las zonas de uranio. Las regiones con mayor riesgo son las comunidades localizadas alrededor de la Sierra Nombre de Dios.

“A la hora de extraer material para el cemento, se desprenden polvos muy finos en partículas que viajan a los pulmones, causan una ruptura en el tejido pulmonar y pueden ocasionar mesotelioma (la forma más común de cáncer en los pulmones)”, añadió David Hernández.

De acuerdo con el “Informe Cáncer y desigualdades sociales en México 2020” de El Colegio de México, el radón presente en la tierra es el segundo factor de riesgo de este tipo de enfermedad.

A esto, se suma el reto de conservación de la flora y la fauna de la región, en especial las especies endémicas o bajo amenaza del centro de Chihuahua.

“En lo personal tuve una plática con GCC hace dos años. Se hizo una propuesta de remediación ambiental, les platicamos sobre tecnologías para la reparación de los suelos, un plan de regeneración de pastizal. Dentro de lo malo, lo bueno es que no se trata de una actividad que riegue residuos tóxicos por los predios”, señaló Hernández.

Sin embargo, el plan de manejo no tuvo seguimiento.

En los reportes de sustentabilidad, disponibles en el sitio oficial de GCC, sólo se menciona sobre una estrategia que comenzó a diseñarse desde 2018, principalmente enfocada al cumplimiento de las leyes y la reducción de emisiones de dióxido de carbono (CO2).

Zona mayormente expuesta a radón en la zona conurbada de la Sierra Nombre de Dios, Chihuahua. Fuente: revista científica Hindawi.

Sin cerros, no hay agua

Con el lema “Sin cerros no hay agua y sin agua no hay vida” es que se ha promovido la defensa de lugares como la Sierra Nombre de Dios.

“El 90% del agua que se consume en el municipio de Chihuahua viene de sus mantos acuíferos y la Sierra Nombre de Dios es una de las tierras proveedoras. No proteger una Sierra con esta capacidad de filtración de agua es un delito”, sostuvo David Hernández.

Hernánez explicó que además de la extracción minera, la deforestación de los árboles en la cordillera son peligro para un estado como Chihuahua, que cada año reporta sequías cada vez más intensas.

“Seguir deforestando la Sierra Nombre de Dios es prácticamente una sentencia de muerte para nosotros, porque es la cordillera que atrapa algunas nubosidades que bajan del noroeste, lo que genera un sistema de presión que retiene la lluvia. Quitar los árboles de los cerros es decirle adiós a estas nubosidades”, agregó el ambientalista.

El pasado 19 de abril, se llevó a cabo el Foro ante el Congreso estatal, como parte de las actividades durante la consulta pública. Con ello, se anunció la formación del Frente Amplio Ambiental del Norte (FAAN).

Al FAAN también se han unido colectivos de Ciudad Juárez, como Defensa del Río Bravo, Frente Ecosocial en Defensa de Samalayuca “Para que no nos mine la mina” y Defensa de la Sierra de Juárez.

El objetivo común es seguir organizándose colectivamente contra las amenazas ambientales en todo el estado, así como ha ocurrido en la Sierra Nombre de Dios.


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