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Temen efectos de ‘tulumnización’ de Oaxaca por falta de planeación ambiental

En julio de 2021 la revista estadounidense Time eligió a Puerto Escondido como uno de los 100 mejores destinos del mundo, pero poco se sa...
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En julio de 2021 la revista estadounidense Time eligió a Puerto Escondido como uno de los 100 mejores destinos del mundo, pero poco se sabe de que la mayor parte de la ciudad no cuenta con drenaje sanitario, o que hay poca disponibilidad de agua. 

El boom turístico e inmobiliario en la costa de Oaxaca no ha estado acompañado de planeación, pues los municipios donde se ubican los principales destinos turísticos carecen de programas locales de desarrollo y ordenamiento, instrumentos legales que tienen por objetivo determinar el diagnóstico de las condiciones ambientales y tecnológicas en el uso del territorio y regular los usos del suelo, dentro y fuera de los centros de población.

Activistas temen que se repita la historia de la Riviera Maya: desarrollos con alto impacto ambiental y beneficios que se quedan en pocas manos. 

Desde la década de los setenta, el Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur) impulsó el crecimiento de la zona de Puerto Escondido, entre los municipios de San Pedro Mixtepec y Santa María Colotepec, pero el proyecto fue abandonado en la década de los ochenta para enfocarse en las bahías de Huatulco, en el municipio de Santa María Huatulco, donde se concretó la expropiación de 21 mil hectáreas de tierra, según consta en la publicación del Diario Oficial de la Federación del 17 de abril de 1984. 

A partir de entonces, los planes de desarrollo estatal también se han enfocado en fomentar la actividad turística en esos y otros polos, como el corredor Ventanilla-Puerto Ángel, que incluye a Mazunte y Zipolite. 

Tan solo en 2021, estos destinos costeros atrajeron a 1 millón 440 mil 346 visitantes, entre nacionales y extranjeros, de acuerdo con cifras de la Secretaría de Turismo de Oaxaca. 

Pero, a pesar de que el desarrollo en la zona responde a estrategias gubernamentales, no ha ido emparejado con estrategias para un crecimiento sostenible del destino, sostuvo Francisco Rincón Gallardo, director del Fondo Oaxaqueño para la Conservación de la Naturaleza (FOCN).

“No hay reglamentos claros ni planes de desarrollo urbano en los municipios” comentó el especialista

El corredor turístico de la costa de Oaxaca, que se extiende desde las Lagunas de Chacahua hasta las Bahías de Huatulco, está conformado por seis municipios: Villa de Tututepec de Melchor Ocampo, San Pedro Mixtepec, Santa María Colotepec, Santa María Tonameca, San Pedro Pochutla y Santa María Huatulco. 

De estos, solamente Santa María Tonameca (donde se ubica Mazunte) y Villa de Tututepec de Melchor Ocampo (Lagunas de Chacahua) cuentan con Programa de Ordenamiento Ecológico municipal. No obstante, Rincón Gallardo refirió que en la práctica no se han hecho válidos, “ya que los municipios no cuentan herramientas tecnológicas para aplicar y verificar que los planes de desarrollo coincidan con lo estipulado en el ordenamiento, así como el desconocimiento de los servidores públicos sobre el tema”.

Huatulco y Puerto Escondido son los destinos más importantes de la zona, pero los municipios donde se encuentran no cuentan con ordenamientos. En el caso de Santa María Huatulco, si bien hay un proceso de creación desde el 2015, dicho instrumento no ha sido publicado. 

El crecimiento en el número de hoteles, la llegada de más turistas, así como población extranjera jubilada, también ha aumentado la demanda de mano de obra. Santa María Huatulco, con 50,862 habitantes, tuvo un crecimiento demográfico de 31.7% entre 2010 y 2020, mientras que en Santa María Colotepec, donde crece la mancha urbana de Puerto Escondido, fue de 19.1%. 

Puerto Escondido 1985-2020. Foto:  Google Earth

“No gestionar el crecimiento de las poblaciones es un foco rojo, y es lo que estamos viendo ahorita, un fenómeno de gentrificación. Da pie a un crecimiento desordenado, desmedido, sin ningún candado que pueda poner ciertas limitaciones”, aseveró Francisco Rincón Gallardo. 

El también activista dijo a Periodismo Causa Natura que una de sus preocupaciones es que se dispare la llegada de visitantes con el proyecto carretero que busca conectar a la Ciudad de Oaxaca con la costa en un tiempo de dos horas con 30 minutos, pues aunque se siguen construyendo proyectos de infraestructura para facilitar el acceso, no hay un proyecto de desarrollo sostenible. 

“Puerto Escondido cuenta solamente con el 30% de drenaje, lo demás es tratado en fosas sépticas y plantas que ya comienzan a rebasar su capacidad”, apuntó. 

De acuerdo con lo previsto en la Ley General de Equilibrio Ecológico y Protección al Ambiente (Lgeepa), todos los desarrollos inmobiliarios que afecten los ecosistemas costeros, así como actividades en humedales, manglares, lagunas, ríos, lagos y esteros conectados con el mar requieren autorización en materia de Impacto Ambiental. 

Para ello, las o los promoventes tienen la obligación de ingresar a evaluación una Manifestación de Impacto Ambiental (MIA), documento técnico en el que detallan las obras, el ecosistema donde se planea construir, posibles afectaciones, medidas de mitigación y cumplimiento con los reglamentos, normas y programas ambientales. 

Pero al carecer de ordenamientos locales, estos documentos se inscriben en el Programa de Ordenamiento Ecológico Regional del Territorio del Estado de Oaxaca. Sin embargo, este instrumento no contiene datos específicos sobre capacidad de carga de las Unidades de Gestión Ambiental, densidad, altura máxima, entre otros. 

Otro de los problemas es el acceso al agua potable. Los municipios turísticos de la costa, durante el último año, atraviesan una sequía anormal, de acuerdo con el Monitor de Sequía de México, de la Comisión Nacional del Agua. 


Rincón Gallardo manifestó que en Puerto Escondido el abasto ya es un problema serio con la población que actualmente habita, por lo que debe considerarse al momento de incrementar la capacidad de hospedaje y nuevos complejos habitacionales. 

Héctor Hernández Ramírez, socio de Terra Conservación y Desarrollo SC, una agencia ambiental con sede en Santa Cruz Huatulco, expuso que la falta de planeación también está potenciando el desplazamiento de pobladores originarios que vivían en la costa hacia las zonas más alejadas. Sus viviendas se sustituyen por negocios, hoteles, restaurantes o condominios de alta plusvalía. 

Oxean y la disputa por playa Bacocho

Oxean Paraíso Escondido es uno de los proyectos que ejemplifican la nula planeación urbana, apuntó Hernández Ramírez. Se trata de un complejo de 80 departamentos de frente a una de las playas más populares de Puerto Escondido. 

Aunque la costa ha tenido un alto desarrollo durante la última década, el modelo de construcción había sido de poca densidad, indicó Sachiko Hayasaka, bióloga marina del poblado. 

La edificación de este condominio, que ofrece departamentos desde 5.2 millones de pesos, ha movilizado a la comunidad desde el 2020, cuando fue autorizado por la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), luego de evaluar la MIA con número 20OA2019UD093. 

Agrupados en el movimiento SOS Puerto Escondido, activistas se han manifestado en varias ocasiones y llevaron la queja ante el Cabildo municipal de San Pedro Mixtepec, al igual que al Congreso de Oaxaca. 

El colectivo apunta que Bacocho es una playa clave para la anidación de tortugas marinas, pues aquí llegan cuatro especies distintas, todas consideradas en peligro de extinción. 

La playa es parte de la Región Marina Prioritaria 34 Chacahua-Escobilla, con alta relevancia para la anidación de tortugas. El campamento tortuguero se ubica justo a un costado del predio donde se busca construir. 

Con los ánimos del conflicto arriba, la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) colocó sellos de suspensión a las obras a principios de mayo pasado, en tanto se resuelve el caso de manera definitiva. 

Dicho proyecto fue promovido por la empresa Desarrolladora Inmobiliaria Punta Escondida S.A. de C.V., formada en 2017, según consta en el acta constitutiva del Registro Público de la Propiedad y el Comercio (RPC). Los propietarios son el empresario Salvador Audelo Holm y la compañía Hyggelig Desarrollo y Construcción S.A de C.V, que a su vez es propiedad de Aldo Cervantes Aragón, fundador de la inmobiliaria Ocean Group. 

En su página web, la compañía promovente de Oxean afirma que cumple al 100% las normas y requerimientos ambientales solicitados y que se trata de una construcción respetuosa con el entorno. 

Contra la tuluminización de ‘Oaxaca’

Francisco Rincón Gallardo, del Fondo Oaxaqueño para para Conservación de la Naturaleza, subrayó que si no se controla el desarrollo en la zona, el futuro será algo parecido a lo que ocurre en el Caribe Mexicano, donde, dijo, hay un alto deterioro ambiental, especulación inmobiliaria y marginación. 

“En Tulum puedes encontrar hoteles muy ‘ecofriendly’, muy de revista, pero si vas a la zona urbana de la ciudad lo que encuentras es crimen, pobreza, marginación y basura”, agregó. 

Aseveró que se trata de un modelo de turismo que deja altas ganancias, pero en su mayoría se reparten entre inversionistas extranjeros, mientras que la población local sólo obtiene ingresos precarios. 

El ambientalista planteó que la apuesta debe ser hacia un turismo más amigable con el medio ambiente, y con el entorno social. 

“No estamos en contra del desarrollo, lo que sí queremos es un turismo bien planeado, bien diseñado, que sea inclusivo, que respete derechos, áreas protegidas y que genere cadenas de valor hacia adentro de las comunidades”, concluyó. 


Escrito por

Alejandro Castro

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